La famosa película ‘Un domingo cualquiera’ que tiene como protagonista al entrenador de fútbol americano Tony D’Amato (Al Pacino), muestra un excelente ejemplo del trabajo en equipo. Antes del comienzo de un partido que marcaría el devenir de la temporada, D’Amato arenga a sus jugadores con un discurso motivacional que apela al colectivo por encima del individuo para triunfar tanto en el deporte como en la vida.

Cada miembro del equipo tiene asignado un determinado rol. Mientras que cada un* de ell*s desempeña el suyo, el grupo estará más cerca de lograr su objetivo, en este caso la victoria. No obstante, también es importante la interacción entre l*s integrantes del equipo para tener una visión objetiva de la meta.

Por ello, se trata de avanzar, pulgada a pulgada; los pequeños detalles marcan la diferencia. Así pues, hay que tener en cuenta a tod*s dentro del equipo y que cada un* debe aportar su granito de arena. De lo contrario, el rendimiento no sería el óptimo.

“O nos curamos como equipo o morimos como individuos”.